Historias Espirituales: "La comunicación"
Esto sucedió si no recuerdo mal hace algo más de veinte años, como dirían los cuentos infantiles, en un lejano país cruzando el mar, teniendo como única frontera el agua espumosa y salada del océano. Por aquellos años la vida o el destino me puso a prueba, y desafió mi equilibrio emocional junto a mis cortos años de vida. Hacía apenas cuatro años que me había estrenado como padre, y este destino que les hablo me separó con todas las fuerzas y de una forma cruel del sentimiento más profundo que hasta ahora no había experimentado. De la noche a la mañana me quedé sin mi hija, dejó el pequeño país de aguas saladas y cruzó el inmenso océano en un monstruo de metal, hacía lo desconocido. Al menos para mí era lo desconocido. Todavía hoy recuerdo su pequeña manito entre las voces disonantes y la multitud hambrienta. Me quedé sin mi hija, y mi mundo dejó de funcionar. Posiblemente pocos se dieron cuenta de lo que llevaba detrás de los ojos y l...