--- " LOCOS "----
--- IV --- Mis visitas al parque continuaron. Solamente deseaba que mi corta vida siguiera funcionando como hasta ahora, y que mi madre, olvidara la conversación con el maestro porque se iba a volver loca. De cualquier forma seguí fiel a las historias del Chicharo, y a cada uno de los personajes que cada fin de semana hacían volar mi imaginación. Un sábado llegó, como siempre, con su hermoso libro bajo el brazo. Llegó vestido de príncipe, de príncipe de algún lejano país perdido entre las páginas de sus libros. De príncipe, pero a su manera, sin apenas protocolos establecidos, y etiquetas marcadas. Él solamente hizo su entrada en su pequeño pero soberano país, el parque. Sacó el pañuelo del bolsillo trasero del pantalón y lo agitó en el aire varias veces hasta dominarlo por completo, y en un movimiento perfecto, sacudió el banco del parque. Sin prisa, depositó sobre él, sus posaderas reales