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Mostrando entradas de octubre, 2011

" EL PRIMER AMOR DE LA ABUELA NENA" capítulo XXVI

¿Hay alguien en casa? ¡No se cómo..............¡ ¡Debe ser aquí........, sí, ahora creo que lo he encontrado! Esto que estoy haciendo es una locura, pero tengo que cumplir la promesa. ¡La abuela Nena me dijo que estaba................! En realidad esto me deja ciertamente algo desorientado, pero voy a intentarlo. Fue todo muy rápido, no me dio explicación, me llamó por teléfono y me dijo que viniera a su casa, que necesitaba de mi ayuda. "¡Es imprescindible!"-- me dijo con premura-- y sin tomar aliento, "no dejes de hacerlo." ¡Bueno ya estoy aquí...........! Antes de colgar afirmó lo primordial de su petición. Y para darle un sentido solemne terminó diciendo: "¡En sima del escritorio encontraras en un sobre cerrado todas las indicaciones, están detallas, no será para nada complicado!" ¡Déjame ver........creo que es........ este es el sobre! "Debes leerlo en voz alta y delante del espejo que está frente al escritorio". ¡Qué peticiones tiene la ab

" EL PRIMER AMOR DE LA ABUELA NENA" capítulo XXV

El tranvía hacía un recorrido en círculo por la ciudad, pasando por las mayores zonas de población de la época. Existía una sola línea y en algunas horas se hacía algo molesto. Muchos viajaban de pie y con parte del cuerpo al exterior, desafiando la gravedad.............  ¡Perdón, esta semana no me he sentido bien! Tengo una sensación extraña en el cuerpo que no me deja dormir relajada. ¡Sí, fui al médico! Me dijeron que descansara más y que dejara las preocupaciones a un lado, pero no creo que sean más que la de cualquiera de vosotros. ¡Bueno! ¡Estaba en el tranvía! El primer encuentro estaba pactado, porque el domingo mi caballero estuvo en casa y en secreto le pasé una nota, diciéndole la hora que cogería el tranvía para ir al colegio......¡Tengo la cabeza en otro lugar! No me puedo concentrar. Es como si me levantaran en peso y me quedara flotando en el aire. ¡Hace dos días que no como, sí, algo de leche y poco más! ¡No se! En las noches cuando cierro los ojos, siento que me llam

" HISTORIAS ESPIRITUALES " LA FOTO

       Cuando contaba con siete años, descubrí en lo alto del armario un marco con una foto de un hombre bastante mayor. La primera vez que me percaté de su existencia me dejó paralizado en el centro de la habitación de la abuela. La pelota fue justo a lo alto del armario y rebotando en la pared, dio en una de sus esquinas y en una parábola perfecta, regresó a mi mano. Estaba seguro que antes había visto la foto en lo alto del armario, pero hasta ahora no me percaté de la imagen en todos sus detalles. La foto siempre estuvo en el mismo sitio, y mi abuela no recuerda en que año tomó posesión el marco a la imagen.        Creo que la pelota estuvo atinada en viajar ese día a lo alto del armario. Con el tiempo y los años, la amarillenta foto se quedó olvidada en la polvorienta altura. Nadie la mencionaba, y todos la habían borrado de la memoria. Un anciano con la mirada perdida en el olvido. Era la vieja foto del bisabuelo, el padre de mi abuela. La imagen estaba tomada en blanco y negro

""CÁNTICOS RAMIRIANOS""

Imagen
SIN DARME CUENTA MI PERRO  SE HA HECHO MAYOR, LO SE,  PORQUE LA LUNA HA DEJADO  DE IMPORTARLE.

"El poema del concurso"

                                              --MILAGRO-- Si te pudiera amar con mis locuras el viento rompería en tus caderas para provocar celos temporales. Si lograra la tranquilidad de mis temores los labios de tu aura marcarían la faz de la tierra. Si al amarte, me desangro de continuo mis pasos recogerían el retoño de tu sabia. Si nos amáramos, vendrían los impulsos flotando a la conquista de la luz. Si lo pudiera el día, no esperaría la noche marcharía en sentido contrario en busca de la nada. Si por un descuido, me olvido de la luna alcanzaría en picada la brisa. Si el momento nace, tomaría el cielo y juntos bañaríamos el horizonte. Y después, en calma, esperaré que el sol se cure, para que deje de llover. *Fue finalista del anterior concurso poético de Carpe Diem, del Centro Poético. Un concurso extensible en el tiempo, que al final dio sus frutos. "Milagro" no llegó hacer honor a su nombre, se quedó a las puertas, y por pequeñas nimie

"Si la historia fuera contada................."

En el centro de la plaza con gran garbo el del traje de luces esperaba el momento justo para entrar con su arte a matar. En el tendido los rebufos incontrolados del personal pedían sangre y más sangre. El sol calentaba los sesos. Las puertas de un golpe se abrieron y de su interior el animal apareció. ¡En una mano el capote y en la otra el estoque! ¡Ese toro está hecho de otra pasta al hombre apuntilló! A petición de la muchedumbre la oreja y el rabo rodó. Las sábanas húmedas y calientes su miembro viril no lo encuentra. ¿Un sueño? --dejó los ojos cerrados por precaución--

" EL PRIMER AMOR DE LA ABUELA NENA" capítulo XXIV

Los días pasaban sin que nos diéramos cuenta del tiempo transcurrido, y aunque mi padre había puesto reglas para los encuentros, siempre encontrábamos la forma de vernos a diario sin levantar la menor sospecha. Para esta fecha había comenzado a trabajar en la escuela como maestra, y los controles de mi padre por muy efectivos que fueran, la mayoría se escapaban de sus posibilidades reales. Solamente le quedaba confiar en mí, y por supuesto, debía responder a su confianza, sin llegar a los extremos que nunca son buenos. Mi padre creía que tenía un ojo que todo lo ve, y por la forma de pensar de la época, todo estaba bajo su control. La escuela estaba ubicada al otro extremo de la ciudad, y era la única en la que se impartía la signatura de ingles desde los primeros años. Las demás eran de pago, y la mayoría de los niños sus padres no contaban con una buena situación económica para que sus hijos formaran parte de ella. De esta forma, si querían saber un idioma, debían desplazarse hasta

" JURAMENTO "

Cuando aparecí aún no habías llegado penetraste en el rostro por extrañas inversiones. Fuiste permanencia en la consagración de la sangre. Cuando crecí lo hiciste junto a mí y nunca olvidaste los días de lluvia en los hombros. Fue el soporte necesario para el descanso del aliento. Cuanto me detuve me incitaste a seguir alimentando el verbo y la razón. Fuiste pan para el necesitado. Cuando amé se detuvo el tiempo y me amaste en igualdad de condiciones. Fue la apariencia de los dolores lógicos. Cuando no estabas yo regresaba y conciliábamos el amor otra mañana. Fuiste manejadora de palabras en la memoria. Cuando el áurea del empeño aflore te seguiré amando aunque el viento se apague.

" HISTORIAS ESPIRITUALES " El Tío-abuelo (capitulo II y final)

Los encuentros de cada domingo con el tío-abuelo eran sagrados desde hacía muchos años, posiblemente los mismos que llevaba su foto en la pared de la habitación de la abuela. Tantos encuentros, que mis cortos años no pueden recordar. Llegaba siempre después del desayuno, y mi abuela lo esperaba siempre con una taza de café bien caliente. Ella no le preguntaba si quería, y él, tomaba en sus manos el café sin responder palabra alguna. Siempre era el mismo ritual. Dejaba la guitarra sobre la cama y se sentaba en el sillón de balancín con su taza humeante. Colocaba la vasija sobre el pequeño plato, y con su mano blanca, tan blanca como su ropa, la trasladaba a sus labios. El primer sorbo lo consumía lentamente, y después dejaba la taza sobre la mesita para terminarlo más tarde, sin prisa. Mi tío no era un hombre de costumbre, pero la mañana del domingo para él no poseía variación, sería en todo caso un pecado. Recuerdo que no me perdía detalle de cada uno de sus movimientos. Después, con

" HISTORIAS ESPIRITUALES " El Tío-abuelo (capitulo I)

Recuerdo que cuando apenas era un adolescente, esperaba cada domingo en el balcón la llegada de mi tío-abuelo acompañado por su guitarra. Desde lejos veía la pequeña y desgarbada figura de mi tío y su enorme estuche de cuero negro rosando el cemento de la acera con cada movimiento de su cuerpo. Sabía que el día comenzaba a tener sentido y que las horas se marcharían más de prisa de lo acostumbrado. Tenía una profesión muy particular, quitar los dolores del alma desde los pies. Mi tío era podólogo, aunque desde hacía algunos años estaba jubilado de forma oficial; pero esto no importaba para él, porque seguía practicando su oficio de sanador. Aunque su pasión confesa era la música. Mi tío Pepe, era el hermano menor de mi abuela. Utilizando la música lograba que sus pacientes se relajaran y que los callos de los pies y del corazón desaparecieran por arte de su don. Siempre vistió de blanco, posiblemente esta costumbre tenía algo que ver con su profesión, en realidad no lo se, pero mi tí

" EL PRIMER AMOR DE LA ABUELA NENA" capítulo XXIII

Estudié inglés en mi juventud, tenía la intención de poder dominar el idioma para traducir  los grandes libros de la historia de la humanidad al castellano. Siempre me incliné por la narración y los clásicos de la dramaturgia. Pero con el paso del tiempo y las coincidencias del destino, llegué a la docencia. Encontré en la enseñanza la mejor vía de transmitir mis conocimientos y sentirme de alguna forma algo más útil que estar en una mesa traduciendo por encargo, y ahora creo que no estuve errada. Entonces fue cuando me propusieron dar clase de inglés a los más pequeños, todo esto fue en la misma época en que conocí a mi caballero, y después entró en mi vida. He pensado que para estar frente a un grupo de párvulos hay que tener una alta responsabilidad y una entrega sin condiciones. No se puede escatimar en tiempo, y el egoísmo debe quedar fuera del colegio. También pensaba y lo pienso, que mi responsabilidad traspasaba el marco de la asignatura que debía de impartir. Antes de enseña