" HISTORIAS ESPIRITUALES " El Paseo Marítimo(capitulo II)

Por un momento Armando se perdió en el horizonte. Su mirada y los recuerdos quedaron errantes en el mar. Solamente había dos posibilidades, o todos mentían, y estaban confabulados, o la locura rondaba en su cabeza.
__ ¡No hay otra posibilidad! ¡La semana pasada estuve en cama y todo esto no es más que una broma para probar mi ecuanimidad! 
Armando fijó la mirada en las olas que rompían en los arrecifes, como buscando la respuesta, pero nada, al final el agua de mar se transformó en espuma, como sus pensamientos en humo. Sin pensarlo, de la nada, le llegó una idea.
__¡Se lo que voy hacer! ¡Les seguiré la corriente, y me dejaré llevar para ver hasta dónde llegan con la broma!
El grupo seguía con las risas y las burlas centradas en Armando. Todos empezaron a sospechar que probablemente Armando estaba enfermo, y que hablaba de esta forma, porque la fiebre estaba actuando en este momento, y era la culpable del estado desorientado y fuera de la realidad del joven. No estuvo en cama el fin de semana pasado, pero fácilmente ahora, sí necesite una cama para descansar. Noel tomo la palabra con la intención de poner todo en su lugar.
__ ¡Ahora soy yo el que dice que dejes la broma y regreses a este paseo tan hermoso! ¡Te miro y no te conozco, estoy seguro que algo te pasa! ¿Es idea mía o estás más delgado?
Armando no respondió, pero todo su cuerpo se puso en alerta. Buscó en cada uno de ellos un pequeño gesto que le diera una pista para saber hasta dónde estaban dispuestos a llegar con este teatro, pero no lo encontró, y se dejó llevar por la corriente.
__ ¡Sí, estoy más delgado, y pienso ponerme mucho más, hasta llegar a los huesos! ¡En cambio vosotros, tampoco tienen un buen aspecto! ¡Todos llevan la misma ropa de la semana pasada!
__ ¡Ves! ¡La semana pasada estabas en cama con fiebre, cómo sabes la ropa que llevábamos! 
__ ¡Te hemos pillado!
Dijo Orestes reafirmando las palabras de Noel, y lo dijo con la seguridad de un juez al dictar sentencia.
__ ¡No se, pero recuerdo ese momento!
Todos dejaron de reír, y se miraron unos a otros, de los pies a la cabeza, para estar seguro de que Armando no está en la realidad, que su cabeza se perdió en la oscuridad de lo irracional; pero cada uno reconoció las ropas del otro, las ropas que llevaban hace más de una semana y que siguen siendo las mismas.
__ ¿Qué está pasando Armando?
De un golpe, Orestes se abalanzó sobre Armando buscando la respuesta.
__ ¡No se! ¡Vosotros comenzaron este juego! ¡Recuerdo la fiebre y la cama, estaba dormido, muy dormido! ¡Me dejé llevar en un sueño profundo..............!
__ ¡Se han dado cuenta qué los únicos que estamos en el paseo marítimo somos nosotros!


Continuará................................

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