---- “En busca de una respuesta” ---- (Capítulo III)
No estaba soñando. El agua
de la bañera estaba helada y me tenía atrapado en su líquido ambiguo. Intenté escaparme con todas mis fuerzas
pero mayor era su resistencia. No tenía ningún sentido seguir insistiendo. Dejé
el cuerpo inerte, relajado completamente y cerré los ojos. Estuve muchos
minutos en esta posición, no lo sé realmente, posiblemente más de una hora. Al
abrir nuevamente los ojos, todo seguía igual, pero algo me decía que era el
momento. Sin pensarlo me incorporé de un salto y mi cuerpo se liberó del fluido
que me estaba reteniendo. Con el cuerpo
tiritando escapé del
agua en busca del interruptor de la luz. ¡No lo encontraba! En el sitio de siempre no estaba. Fui con
la mano por toda la pared hasta el marco de la puerta, continué un poco más
abajo y a la altura de mi pecho allí estaba el interruptor. Lo cambié de posición,
pero nada, no funcionaba. ¡La luz no se hizo! Fui en busca de la toalla para
secarme el cuerpo, pero fue en vano, todo estaba en penumbras y nada en su
sitio. No era la primera vez que en la oscuridad me guiaba por el instinto y
lograba mi propósito, pero esta vez no fue así. Con cuidado huí del baño, y seguí
por el pasillo hasta el salón. ¡¡No podía ser!! La luz del día penetraba por la
puerta que da al patio, con todo su esplendor mañanero.
¡La luz! El interruptor me daría la respuesta. En el salón las bombillas
lucían como de costumbre. ¡No puede ser! Fue cuando me di cuenta que estaba
completamente desnudo, pero ahora mi cuerpo no se estremecía de frío, más bien
había una temperatura muy agradable en toda la habitación, en realidad tenía
calor. En mi cuarto estaba el reloj de pulsera y fui en busca de él. En el
dormitorio la luz del día entraba por la ventana, y la lámpara de noche funcionaba
como siempre. Mi reloj marcaba las dos y cuarenta y cinco de la tarde. ¿Qué
hice todo este tiempo en el baño? ¿Me había quedado dormido sin saberlo? ¡No
podía ser! ¿Por qué en toda la casa hay luz y en el cuarto de baño no? Seguramente
fue una confusión y la ventana del baño estaba cerrada y la bombilla se había
fundido. ¡Tengo que regresar al baño!
Continuará..............
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