¡EL PRIMER AMOR DE LA ABUELA NENA!
(CAPÍTULO XLIX)
Llevo algún tiempo sin
contarles sobre mi vida. La historia de mi madre y mi padre me ha robado toda
la atención y he dejado a mi caballero en el olvido. ¡Lo uno es consecuencia de
lo otro, quiero decir que si mis padres no hubiesen realizado el viaje seguramente
esta vieja que les habla no estuviera aquí para contarlo! En estos días no se
por qué desearía regresar a mi juventud y continuar contándole el primer y único
amor de mi vida. ¡Naturalmente si estáis dispuestos a escuchar! ¿Desean
escuchar algunos pasajes de mi vida y más tarde regresar al país donde desembarcaron mis queridos padres? ¿Sí? ¡Aparte de no escuchar bien no puedo verlos a todos, pero en esta
ocasión decidiré por vosotros! ¿Está bien?
¡Si mal no recuerdo, creo que uno
de los capítulos que les contaba era el del tranvía! El primer viaje fue
literalmente una locura. Mi caballero era un mar de nervios y no sabía muy bien
qué hacer con sus manos, sus ojos, y su sombrero. El recorrido hasta el colegio
no era muy prolongado pero mi caballero estaba dispuesto a que fuera
completamente diferente. ¡Entre los dos fluyó el verdadero amor! Cuando les
digo el verdadero amor no son palabras hechas para la ocasión, no, es la verdad
imposible de ocultar. Este sentimiento nunca antes lo había percibido al igual
que mi amor. ¡Testigo de todo esto son los largos años en nuestros corazones!
Después de este viaje llegaron
muchos otros. ¡Diarios! Él siempre esperaba ver mi mano por la ventanilla del
tranvía para montarse y producir una vez más el encuentro. ¡Nunca mi padre supo
de estas citas, jamás; pero sabiendo la forma en que conoció a mi madre y todo
lo que pasaron los dos para lograr sobrevivir, estoy segura que aunque no se mostrase de acuerdo,
en el fondo de su alma estaría de nuestra parte! ¡Mi padre era un hombre muy
testarudo, pero nunca de sentimientos dañinos!
De esta forma los años fueron
pasando. La época necesitaba un tiempo más distendido para que la relación
tomara síntomas de madurez, que mirándola en la distancia alcanzaba la completa
fermentación. Éramos tan jóvenes y la sociedad tan cerrada que muy pocos nos
dimos cuenta de la parafernalia absurda del noviazgo. ¡No sé las demás parejas
de la época, pero nosotros deseábamos casarnos lo antes posible para dormir
juntos! ¡No, no me avergüenzo de mis pensamientos! ¡Cuando sentimos la sangre
en las venas y el mínimo rose durante eternas temporadas, en el cuerpo se va
fomentando una semilla de pasión que aunque lo neguemos echa raíces!
Nosotros no fuimos ajenos a
estos calores corporales y con un poco de imaginación y cautela dejamos que el apetito
fuese abundante. ¡Sí mis queridos nietos, aunque no se lo imaginen, la abuela
nena necesita entregarse sin términos medios, y que la amen sin medida, hasta la
locura!
Continuará.....................
DISEÑO GRÁFICO: MANDY
BLUEE.
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