FELICES FIESTAS
Si en este complejo y de
delicado planeta en el que intentamos sobrevivir varios Dioses rigen el mismo,
yo me pregunto, sin ánimo de ofender y enmarañar demasiado la madeja, cuántos Dioses
más habrá en los demás planetas de esta misma galaxia, y cuántos más en los
millones de planetas del infinito espacio que pernoctan en el universo y que la
mente humana no ha podido llegar a fabular. ¿Millones de Dioses? ¿Esto quiere
decir que estamos rodeados de Dioses y no lo sabemos porque no queremos
considerar que el universo puede que esté compuesto íntegramente por Dioses que
por feligreses?
Para mis creencias tal ser
supremo lo considero un Dios, mi Dios, pero para las tuyas este Dios es falso;
como tú Dios no significa nada para otras culturas, y viceversa. No puedo
afirmar lo que sucede en otros planetas porque aún no he estado en ninguno de
ellos, pero en este planeta las personas se comportan así, egoístamente ante
los Dioses de los demás. Es contradictoria esta manera de ver las cosas.
¡Yo, por si acaso, venero a
todos y respeto a todos! Y espero que todos
los Dioses, sin la excepción de ninguno (con la cantidad de supremos que hay),
se pongan para hacer algo positivo por sus fervorosos creyentes, porque la
receta de tanto culto, de tanto rezar, de tanto suplicar, de tantos lamentos,
de tantas semanas de esto o de lo otro, de nacimientos y veneraciones, no han
hecho de este planeta, de esta tierra, un mejor espacio para los seres que
habitamos en el anonimato.
Si en esta tierra la vida
puede llegar a ser muy cruel, para muchos, millones de seres humanos, no deseo
llegar al cielo, porque las promesas se pueden incumplir y encontrarme de
repente con el infierno.
¡Esta tierra puede ser el infierno, no lo dudemos, como el cielo prometido la misma nada!
Por estas razones, no
razonadas con tranquilidad y cordura, sigo apostando por mí, y aunque sea
repetitivo lo continuaré afirmando hasta que la muerte toque en mi puerta.
¡Yo soy mi Dios, yo soy mi
guía, yo soy mi luz!
¡Y únicamente yo podré
entrar o salir de donde me he metido por mi propia cabeza y mis propios pies!
¡Así que amigos
lectores, si desean un credo más relajado y menos convencional, recen por mí,
que yo sabré ser con tino y cordura vuestro Dios
universal! ¡El único que no pondrá pegas si deciden “comer” y “probar” de
esta carne o cualquier otra!
¡Felices Fiestas a todos
mis amigos rezadores!
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