""""SIMPLES PALABRAS""""
“LA NAVIDAD”
La
navidad regresa con el mismo aroma a naftalina de siempre. Pocos son los
cambios que se producen en su continua repetición de cada año. El mismo ritual,
cena específica donde es casi imposible violar el menú, familias reunidas que se
repelan, cánticos monótonos con letras dadaístas, películas de corte religioso
trasmitidas por la televisión con el firme propósito de afianzar en su credo,
alguna alma descarriada que intenta escapar por los caminos de la vida. Las
mismas luces, que en su constante parpadeo, nos dicen en clave, que quieren cambiar
de oficio y convertirse al budismo. Es la humanidad llamada creyente, que para
la mayoría, el nacimiento del niño Jesús es simplemente motivo para armar el
belén.
¡Pasa
lo mismo con el acto de ser bautizado! ¡A los niños se les practica primeramente
este ritual, porque hay que aparentar ante...............Dios, no, ante el
vecino, que mi hijo tiene más poderío que el tuyo! Es la seudo-creencia de la
apariencia. Es increíble que el cristianismo esté fundamentado en la humildad,
la entrega al prójimo, la carencia de todo artilugio de riquezas y bienes; y en
su evolución estática, la interpretación que se ha hecho de esta liturgia, es
todo lo contrario. ¡Amarás a tus bienes y posesiones por encima........!
Lo
mismo pienso de otras religiones, que en nombre de sus creencias, se mutila el
cuerpo y las ideas de los más débiles. ¡Cada una es interpretada de forma
personal, defendiendo sus propios intereses! Pienso que Dios, si existe, está
ajeno de forma voluntaria o involuntaria a este negocio mundial en nombre de
él. Los libros sagrados fueron creados posiblemente por mandato del ser
supremo, pero escritos por la mano de cualquier pecador con alguna intención
determinada, que con el paso del tiempo, estas manos se han multiplicado. ¡Esto
es como un tema musical pasado de moda, que con los años es versionado, para
que cada persona de la época en que vive, se mueva a su ritmo!
¡Si
me preguntan si creo, mi respuesta es, sí, creo primeramente en mí! ¡Porque
creo en los demás! Es el fundamento de la humanidad. Los primeros hombres, no
encontraban una respuesta a los sucesos que se le materializaban, y necesitaban
un porque; encontrar en su primitivo mundo caótico una posible lógica. Esto fue
importante, porque comenzó la evolución en el pensamiento primitivo, y en el
desarrollo de la especie. La maquinaria evolutiva se puso en marcha, y derivó
en que unos necesitaban creer en cada acontecimiento que se desplegaba ante sus
ojos, y otros encontraron el pretexto, para que los demás siguieran creyendo.
Estoy seguro, que los primeros brujos, agoreros, curanderos, chamanes, y demás,
tuvieron de algún modo una experiencia directa con algunos de estos hechos o
fenómenos sin explicación. De forma “causal” se les revelaban continuamente, y
la mayoría, como la lluvia, el sol, la luna, los truenos y rayos llegaban con
su preponderancia del cielo. Algunas culturas americanas, la explicación a
estos fenómenos la encontraban en la tierra que pisaban, en la madre tierra que
les da de comer, y en la que yacen sus muertos. Quizás sea algo más concreto
que tenemos a mano, la tierra, el cielo está muy alejado, tanto, que si
existiera un Dios, tendría que ser del universo infinito y no solamente de este
planeta.
¿Por qué somos tan egocéntricos en pensar que Dios está pendiente para
cada una de las interminables peticiones, muchas banales, que le hacemos
constantemente? ¡No! ¿Por qué pensamos que Dios está en el planeta tierra y no en
Martes, o en alguna galaxia distante perdida en el universo? ¿Por qué alabamos
lo no tangible y condenamos al que tenemos a nuestro lado? ¡Dios dice, amarás
al prójimo! ¿Es posible que en estos días Dios esté muy ocupado en las
iglesias, templos, parroquias, etc., y en otras partes del mundo la hambruna,
las enfermedades, y la injusticia se muevan a su antojo? ¿Es posible? ¿Puede
ser que Dios vele solamente por los suyos, y los que profesen otros credos
estén desamparados? ¡No lo sé!
¡Pienso que la fe es importante, y que mueve montañas, pero hay que comenzar
por creer primeramente en nosotros, nuestras convicciones deben ser personales
y no colectivas! ¡Cuando la humanidad marcha en tropel bajo un dogma, sea cual
fuere, no es saludable, porque al final están aislados, en un círculo cerrado! ¡Creo
en la vida, en el trabajo, en el amor, en la noche y el día, en los seres que
nos han dejado y que ahora están en algún lugar protegiéndonos, en la humanidad
que necesita, que si Dios existe, ponga un poco de orden en el mapa del mundo!
¡Tenemos que pensar que Dios está con nosotros, porque nosotros somos Dios, y
nadie nos puede condicionar en nombre de otro, nuestra propia existencia! ¡Si
hay que pedir se pide, si hay que rezar se reza, pero desde uno mismo, y
seguramente la respuesta llegará, tarde o temprano, desde el interior de
nuestro ser! ¡Ningún mortal tiene poder para dirigir nuestros actos
espirituales, y los pecados, no son más que el pretexto para el control! ¡El
mayor pecado es no pecar! ¡Creo en Dios, porque creo en mí!
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