" LA NOTA
PUBLICACIÓN(TRES)
Uno de los jóvenes que
participaban en este jolgorio me brindó un vaso con una bebida. ¿Qué debía
hacer? ¡No lo sé! Lo tomé y todo su líquido penetró en mi garganta hasta el
final. Más tarde llegó otro, y otro más, hasta sentir mis pies dibujando en el
aire ritmos contagiosos que embotaron mis sentidos. La distancia que nos
separaba se hizo eterna, el banco intermedio en este momento era un estorbo y
decidí sentarme en el suyo. ¡Mi percepción de la realidad fue de relajación
total! Perdí la vergüenza y dejé que los líquidos milagrosos continuaran con su
labor. ¡Bebí más y más hasta olvidar las tensiones y mi edad!
Un grupo de jóvenes se acercó a la
misteriosa chica del banco y le brindó un vaso con sus pócimas relajantes. Ella
no lo acepto y continuó dibujando con sus pies figuras en la arena del parque.
Indudablemente estaba sola, y por su aspecto, aburrida o desencantada de la
vida, o de alguien. Me pareció que no era justo que todos nos divirtiéramos y
que ella permaneciera silenciosa y olvidada en un banco.
No lo pensé, y fui hasta donde
estaba. Llegué y con mi lengua adormecida intenté comunicarme pero no dio
resultado. La joven se molestó mucho al escuchar mis frases incoherentes y
entre cortadas. Se levantó del banco y me lanzó una mirada firme y penetrante.
Esperó unos segundos frente a mí, y al no recibir respuesta, se arregló el pelo
y se marchó sin mirar atrás. ¡Perdí la oportunidad de mi vida, pero en mi
situación relajada me daba igual! ¡Flotaba y bailaba por todo el parque sin
ninguna prisa! Hasta el momento de perder la conciencia completamente.
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