" EL PRIMER AMOR DE LA ABUELA NENA" capítulo XVIII

Siempre les hablo del primer amor, pero nunca les he contado que fue el único, mi único y gran amor. No llegó de sorpresa, sin previo aviso, estaba predestinado en el propio tiempo, esperando que cada mitad de uno asomara los ojos al mundo. Este amor estaba escrito en algún rincón del espacio, del aire y del agua. Para ser sincera, no se cómo explicarlo, me pierdo en las palabras y tengo miedo de que la pasión me haga perder el equilibrio. Creo que lo mejor será pasar las páginas y encontrarme con el pasado. Los años se han acumulado en los sentidos y pretenden nublarme los recuerdos y dejar mi cabeza seca y perdida; pero no dejaré que el miedo me paralice.
Vine al mundo, una mañana nada cálida al comienzo de la primavera. En la segunda década del siglo que dejamos atrás, no estoy muy segura del año exacto, creo que fue al final de la guerra, la primera que allanó el camino para que llegara una segunda, y que los señores productores de armamentos se dieran cuenta del amplio negocio que esto representa, y que una tercera sería bien rentable, o todas las que fueran necesarias para que los bolsillos pierdan las formas.
 Por estos años un pedazo de pan era bien difícil multiplicar, y lo ha seguido siendo hasta nuestros días. ¿Qué complicada la palabra milagro? Esta palabra se refugia en su significado para que en la historia de la humanidad los panes y los peces no se acostumbren a este prodigio, que por su continuidad dejaría de serlo. Para todo hay que mantener un control, sino el negocio se viene a bajo. ¡Piensen por un instante que una mano divina multiplicara alimentos a diestra y siniestra! ¡No! El equilibrio entre gentes que no comen y personas que controlan, dejaría de estar en inclinación a favor del que controla. No es posible que el conflicto más antiguo de la humanidad siga dando sus frutos. Todos piensan que la prostitución es la profesión más primaria de la humanidad, no, antes llegó el hambre, para que el pueblo comenzara a prostituirse. Lo que sería un milagro, que el hambre no se repartiera, sobre todo, a siniestra de la humanidad.
¡Un pedazo de pan! Solamente la fonética nos golpea los oídos. Es un sonido seco que para muchos no llega al estómago. ¡Pan! No se sabe si la unión de sus letras nos quiere alimentar o matar por su ausencia en millones de bocas. Creo que fue creada con todo propósito de hacer daño, y hasta ahora se utiliza en este sentido, y no quiero entrar en quién fue su creador. Muchas veces pienso que detrás de las doctrinas, cualquiera de ellas, sin excluir a ninguna, está la mano del mal y no la de nuestro salvador, la mano que nos apunta al corazón y grita," pan". Ahora tengo en la mano este alimento y me duele, duele desde todos los momentos y épocas, desde la distancia y las fronteras, dentro de la tierra y bajo ella, sobre el mar y en el aire que despliega su sonido por el espacio y se escucha el fonema olvidado: ¡Pan, quiero pan! No olvidaré a mi madre intentando multiplicar el pan.
Siempre comienzo una idea y la pasión me lleva por otro camino, es que estoy muy vieja para unir tantas palabras sin perderme en tantos años largos, muy largos.............

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