------ "EL PRIMER AMOR DE LA ABUELA NENA" (Capítulo XXXI)


                               
                    “EL MAR” (El comienzo)




                Llevaban algo más de una semana navegando y la mar permanecía calmada pero voluptuosa. Un viaje que para la mayoría de los pasajeros significaba una aventura emocionante pero arriesgada. Un hecho del que no podrán distanciarse jamás. Seguramente, hasta el final de cada una de las vidas de los que zarparon en este navío, este episodio permanecerá en algún recodo de sus recuerdos. Una decisión, que seguramente muchos tomaron sin pensarla más de una vez, y que ahora, sobre la cubierta del barco, es el momento de reflexionar sobre lo imposible.
¡Mi madre, apoyada en la barandilla descolorida de la proa, no dejaba de pensar en la decisión que había tomado!
                La travesía para el capitán y sus hombres, por decirlo de alguna manera, la realizaban con los ojos cerrados. Esta ruta, continuaba siendo la misma desde hacía algo más de una década, y sus aguas, saludaban al capitán y su tripulación cada año, una y otra vez. Además de ser un barco de pasajeros, sus bodegas estaban repletas de productos de todo tipo que se comercializaban por otros. Fue uno de los primeros barcos en crear una ruta marítima para traer a estas tierras objetos y alimentos exóticos y extraordinarios; y a su vez, llevar de la nuestra lo que ellos no poseían. Y en este intercambio comercial, surgió de forma inconsciente, el intercambio de culturas y credos. Como mi padre y mi madre emigraron a estas tierras, los de las tierras lejanas, también hicieron lo mismo, y el barco regresaba nuevamente a su origen de partida, con sus bodegas llenas de especies, y de variados pasajeros.
                No era la primera vez que mi madre tomaba un barco, pero si era la primera vez que este viaje transcurría por aguas desconocidas para ella, y su duración de cierto modo podía sufrir algunos cambios. Todo dependía del tiempo y de las corrientes marinas en algunos tramos de la travesía. ¡Cada viaje en unas pequeñas fracciones de segundos, se podía transformar en una experiencia mágica o aterradora! La mar, tiene su carácter, y por eso mi madre la respetaba desde que la vio por primera vez, y penetró en su corazón. Mi madre amaba el mar, y con los años lo convirtió en su confidente. Antes de comenzar a caminar, su cuerpo flotaba sobre sus aguas cada día, porque a su vez, su padre también amaba el mar, y la llevó desde siempre a sus aguas para fortalecer su cuerpo y su alma. El padre de mi madre era pescador, y decía, que lo que nos da de comer hay que amarlo y respetarlo; y de esta forma, yo también continué este ritual.

                Esta mañana que les cuento, amaneció extraordinariamente hermosa, y mi madre apoyada sobre la barandilla del barco, dejó perder la mirada en el azul de sus aguas, y viajó más de prisa que el navío, y llegó antes que él a tierra, y continuó hasta el primer teatro que encontró con la mirada, y se detuvo en el centro del escenario y comenzó la función.

__ .............. “Salgo de mi palacio, ¡oh mujeres corintias!, para que no me reconvengáis. Sé bien que algunos que viven en el extranjero, lejos de su patria, son orgullosos, y que otros, de costumbres apacibles y olvidadizas de ella, pasan tranquilamente la vida. No mora la justicia en los ojos de los hombres, pues antes de conocer a fondo a los demás, odian a simple vista,  sin ser provocados por ninguna injuria. El que recibe hospitalidad debe adoptar las costumbres de la ciudad que se la da, pues no alabo al ciudadano, sea el que fuere, de arrogante índole, que con su necedad molesta a sus conciudadanos. Este mal, que me ha sobrevenido cuando no lo esperaba, ha desgarrado mi corazón, acabando conmigo, y como la vida no tiene ya atractivo para mí, deseo morir, oh amigas! Mi esposo, el peor de los hombres, me ha abandonado, cuando en él tenía cifrada mi mayor dicha...................”
__ ¡Señorita.............si puedo.................!
__................. “nosotras las mujeres somos las más desventuradas, porque necesitamos comprar primero un esposo a costa de grandes riquezas y darle el señorío de nuestro cuerpo; y este mal es más grave que el otro, porque corremos el mayor riesgo, exponiéndonos a que sea bueno o malo..................”
__ ¡Señorita, se siente usted mal!
__ ................. “El hombre, cuando se halla mal en su casa, se va de ella y se liberta del fastidio o en la del amigo o en la de sus compañeros; más la necesidad nos obliga a no poner nuestra esperanza más que en nosotras mismas....................”
__ ¡Lo que dice señorita..........!
__ .................. “Verdad es que dicen que pasamos la vida en nuestro hogar, libres de peligros, y que ellos pelean con la lanza; pero piensan mal, que más quisiera yo embrazar tres veces el escudo que parir una sola..................”
__ ¡En sus palabras hay mucho odio señorita!
__ .................... “Pero tu suerte es distinta a la mía, y contigo no rezan mis palabras; esta es tu patria, este tu hogar paterno, y aquí disfrutas de las comodidades de la vida y del trato de los amigos; yo, sin ellos, desterrada, sufriendo afrentas................”
__ ¡No se que decirle..........si en algo la he ofendido.........
__ ...................... “no tengo madre, ni hermanos, ni parientes que me consuelen en esta calamidad..............”
__ ¡Si en algo la puedo ayudar.........!
__ ................. “Porque la mujer es siempre tímida, cobarde en la lucha, y sin ánimo para mirar tranquilamente el acero; pero cuando la injuria que recibe afecta su tálamo conyugal, no hay nadie más cruel............”
__ ¡Si usted lo dice! ¡Iba hasta la cocina cuando la escuché con sus lamentos! ¿En algo la puedo ayudar?
__ ¡...................................Medea!
__ ¿Cómo dice?
__ ¡Medea..........., estaba recitando algunos fragmentos de la obra de teatro de Eurípides, Medea!
__ ¿Medea...............?
__ ¡Sí! ¡Medea!
__ ¡Fuerte el carácter de la señorita Medea!
__ ¡Es un clásico!
__ ¡Soy hombre de campo, y no poseo tan exquisito conocimiento! ¡........! ¡.............! ¡No me he presentado........, mi nombre es Ceferino García López, y soy el ayudante de cocina de este barco! ¡A sus pies para lo que necesite la señorita!

                Fue entonces cuando mi padre miró por vez primera los ojos de mi madre, y vio en ellos el mundo, penetró en un aliento, y se dejó llevar sin ninguna prisa hasta donde su calma los llevara. Pensó por un momento que el mar había invadido los profundos ojos de la joven que tenía delante de él, y se sintió frágil y perdido entre sus aguas cálidas y sensuales. Mi padre comenzó su particular viaje dentro de mi madre, y mi madre lo consintió, porque reconoció en él la pasión de una tragedia, y la cautela y la sagacidad de una comedia. Mi padre era el teatro que andaba buscando mi madre, y ella, deseó pisar su escenario por siempre.
                ¡Posiblemente siempre me he entregado sin límites a todo en la vida, porque la primera herencia de mis padres fue su amor, que penetró en mis venas antes de nacer, y que aún hoy, continúa en mi viejo cuerpo!

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