Algunas razones expuestas



                
                 Puse mis pies sobre la cálida arena y mis tormentos se embriagaron del silencio. Llegué por simple curiosidad a las márgenes de mi pequeña isla y mis sentidos dejaron de complacerme para continuar voluntariamente a su antojo. Alcancé la tierra firme y desde entonces no he dejado de sentir, de entregarme sin medida a la luz, a la nada, a la misma nada que me llama por el nombre y me espera velada detrás de mi sombra.

Comentarios

Entradas populares de este blog

SEGUNDO PREMIO EN LA MODALIDAD DE CUENTO EN EL X CERTAMEN LITERARIO INFANTE DON JUAN MANUEL

¿CÓMO HACER EL AMOR EN UN SITIO INCÓMODO?

ROSA Y EL TAXISTA (capítulo 5-6-7-8)