“EL CANTANTE”
PUBLICACIÓN:(Setenta y
ocho)
Por mucho que lo intenta la voz seguía ausente y Juan se perdía entre las dudas.
__¿.... ....? –Su preciada voz no le sale por la
garganta.
__ ¡Seguramente bebiste
toda la noche pillín!
__¡¡..... ....... .........!! --¡Qué tonterías dice mi
madre!
__ ¡Pobrecito estás
sudando! ¡Ven al baño! ¡Cómo no te has podido levantar de la cama! ¡Pronto será
de noche! ¡Has estado todo el día durmiendo! ¡No has hecho los vocalizos!
__ ¿...........? – ¡Dios
mío mi canto, qué hora será!
__ ¿No puedes hablar
hijo mío?
__ ¡¡..........!! --¡No
mamá, no puedo hablar!
__ ¡Menuda juerga la de
anoche! ¡Por esta vez, bien, pero que no se repita!
__ ¡¡.... ....
....!! --¿Qué dice mi madre si por poco me muero?
__ ¡Muy hermosa y
elegante la joven que te trajo esta mañana a casa! ¡Yo no estaba, pero todos
los vecinos la vieron y me lo contaron! ¡Justo a la hora de tus vocalizos llegaron
los dos en un auto!
__ ¿.... ......? ¡¡....
......!! ¿.... .. .. .. ..? --¿Quién me trajo a casa? ¡No puede ser!
A Juan Benito no sólo se le perdieron
las palabras, también la mirada. Lo último que recuerda es cayendo al vacío en
dirección al mar. El resbalón, la caída. ¡Va en picada! El primer impacto y su
peso irrumpiendo en el agua. La visión, la conciencia, y las palabras,
desaparecieron y Juan entró en la nada. Dejó de existir, de estar presente, de
cantar, rezar, y venerar a la cantante. A su mito Yma Sumac. Todo se borró en
un segundo.
Comentarios