“LA MEDIOCRIDAD”
PUBLICACIÓN:(Ochenta y
dos)
Y si dentro de la mediocridad
decides ser un vegetal, tienes dos caminos. Uno declararte hortaliza perenne, que
no cumple función alguna. Y dos, hortaliza inconformista. Esta variedad de
vegetal se pasa el santo día lamentándose. Hay que dejar de lamentarse. Porque
si te decides por la segunda, serás declarado --¡Una mediocre hortaliza
protestota!-- Cuando hablo de lamentarse no me refiero a un hecho concreto o
una situación límite. Me refiero a los que culpan al mundo de su desgracia, y
utilizan cualquier detalle para arremeter contra el causante de sus desdichas;
según él o ella.
Por experiencia propia, se que
la mediocridad nos viene pisando los talones, y es sumamente complicado
expulsarla de nuestra vida; pero hay que intentarlo. Un viejo refrán versa
--¡Es preferible ser cabeza de ratón, que cola de león!—Si no podemos escalar
más, por los motivos que sean, centrémonos en nuestras experiencias y
posibilidades. Con el trabajo constante lograremos la perfección y por ende el
éxito. No importa que seamos simples obreros, amas de casa, o desempleados. Si
nos entregamos con honestidad a lo que hacemos, seremos los mejores en nuestro
campo
No se nace con talento. El
talento es una metáfora. Un concepto para definir la perfección y la habilidad.
¡Sólo y únicamente tienen talento los que trabajan! Los que sacan del fracaso
una enseñanza y una nueva oportunidad para intentarlo otra vez. ¡Si nos caemos,
hay que levantarse sin buscar al que nos puso la zancadilla! Vivir es una
continua renovación hacia la perfección. ¡Cuesta lograrlo, pero se puede! ¡Si
hay que morir, que sea en el intento!
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