“EL LIBRO”
PUBLICACIÓN:(Cincuenta y
siete)
Entrada la mañana el día
permanecía tranquilo. Los dos habían terminado de desayunar. Era el momento que
ambos estaban esperando. Esther deseaba saber el contenido del libro. Y Orestes
disfrutar de la explicación, porque su futuro son los libros --¡Encontrar el
secreto que guardan en su interior!-- Fue a la habitación y trajo el libro.
Decidieron quedarse en la cocina. ¿El
motivo? ¡Ninguno! ¡Los dos pensaron lo mismo! ¡Estaban a gusto! ¡Y si fuera
necesario, otra taza de café se deslizaría por sus gargantas!
__ ¡Señora Esther, no
tengo palabras para decirle que estoy en deuda con usted!
__ ¿Qué dice hijo mío?
__ ¡Este libro me ha
enseñado lo que muchos años de estudio no han podido! ¡Estaba seguro que
faltaba algo! ¡Y está aquí, en este libro! –Orestes no sabía cómo continuar--
¡Su marido de muchas formas ha tratado de comunicarse con usted! ¡Hasta que lo
logró! ¡No quiero entrar en si es sobrenatural o antinatural, eso da igual! ¡Lo
importante es el libro!
__ ¡Continua, continua hijo
mío!
__ ¡Este libro es la
herencia que le ha dejado su marido! ¡Su preocupación residía en qué sería de
usted cuando el no estuviera! ¡Él escribió el libro, se manifestó, y al no
tener respuesta, buscó otra vía para que se diera cuenta de la existencia de
este escrito! ¡Es un espíritu muy puro, y por eso pudo lograr que todos los
factores coincidieran!
__ ¡Me ha dejado sin
palabras!
__ ¡Mañana será una
mujer sin apuros económicos! ¡Fue el objetivo de su marido! ¡Pensó que al no
poder darle un hijo, al menos le daría una vejez confortable! ¡Desde este momento no
necesitará un inquilino!
__ ¿Qué dices hijo mío? ¡Tú eres la sorpresa que
guardaba el libro! ¡En este momento soy una mujer feliz! ¡No necesito nada más!
La anciana con su mano
acarició la cara del joven, y le pidió que se quedara. El joven asintió, y cerrando
el libro, le pidió otra taza de café.
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