“EL LIBRO”
PUBLICACIÓN: (Cuarenta y
uno)
La cama se había colocado
debajo de la estantería de los libros. No fue la opción que le hubiera gustado
a Orestes, pero fue la condición que tuvo que aceptar para alquilar la
habitación. Sus recursos económicos eran más bien pocos y no se podía dar el
lujo de seguir buscando por toda la ciudad una mejor oferta. A demás el precio
que debía pagar por la habitación parecía justo, y para un estudiante recién
llegado de provincia es mejor algo que nada. La única traba, una pequeña y sencilla
habitación. ¡No todo es perfecto! Se dijo, y comenzó a colocar sus cosas en su
nuevo hogar.
Salió de su pequeño pueblo para
estudiar filología hispánica en la ciudad. En una de las mejores universidades.
Sabía que desde este momento su vida sería diferente. Nada será como antes. ¡El
antes es el ahora! Lo repitió en alta voz para estar seguro del sonido de las
palabras, porque para Orestes la fonética es fundamental en la toma de
decisiones. Y de alguna forma los próximos seis años su vida se centrará
principalmente en la palabra, el lenguaje, sus orígenes, y sobre todo, leer
hasta el agotamiento. Fue lo que deseó desde que supo que su nombre Orestes no
se lo puso su madre por algún lazo familiar, no. ¡Su nombre forma parte de la
tragedia griega! Hablo de la literatura griega antigua, de Esquilo, Sófocles,
Eurípides. Al parecer a Grecia le persiguen las tragedias, y esta actual es un
despropósito.
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