“EL LIBRO”
PUBLICACIÓN:(Cincuenta y
cuatro)
La señora escuchaba las
palabras del joven, y su mirada estaba extasiada. Ahora empezaba a comprender
toda esta serie de coincidencias. ¡El libro se quería comunicar con ella!
__ ¡Mañana no voy a la
universidad!
__ ¡Qué dice jovencito!
¡Lo que ha pasado no le puede afectar!
__ ¡Para nada, en este
momento me siento vivo! –Las palabras del joven salían con pasión de su boca--
¿Si me lo permite, me puedo quedar con el libro esta noche para leerlo?
__ ¡Claro que sí! ¡Pero
creo que no es buena idea que falte a los estudios! ¡Mañana u otro día lo puede
leer! ¡Sabe que está aquí en la estantería, nadie se lo va a quitar! –No fue un
reproche, la anciana más bien se lo dijo con amor.
__ ¡Creo que esta noche
no pondré el libro en la estantería, para evitar incidentes!
__ ¡Tiene razón hijo mío!
–En el rostro de la casera se dibujó una sonrisa-- ¡Estoy cansada, le parece
bien que mañana sigamos hablando!
__ ¡Seguro! ¡Mañana
tendrá una respuesta! –Le afirmó el joven-- ¡Por las clases no se preocupe!
¡Ahora llamo a mi profesor y le digo que tengo algo urgen que hacer, después le
explicaré!
__ ¡Está bien mi hijo!
¿No quieres comer algo?
__ ¡No, quiero leer
cuanto antes el libro! ¡Seguramente me pasaré la noche leyendo!
__ ¡Debe descansar, es
muy joven para estudiar tanto!
__ ¡No señora.......!
¡Por cierto, no sé cuál es su nombre! –Dijo el joven con curiosidad.
__ ¡Me llamo Esther!
__ ¡Es una casualidad,
mi madre se llama Esther también!
__ ¡Si, es una
casualidad!—Lo dijo la señora Esther a la vez que se alejaba por el pasillo--
¡Hasta mañana!
__ ¡Hasta mañana! –Le
respondió Orestes mientras comenzaba la lectura del libro.
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