“EL RETATO”
PUBLICACIÓN:(Ochenta y
cinco)
No todos sobrevivían a
una travesía tan larga. La hambruna, las tormentas, las enfermedades, la sed, y
el calor abrazador quebrantaban la moral y la salud. ¡Hasta el punto de
exterminar la vida! Fermín lo intentó todo para mantenerse con vida. Lo más
importante, no dejarse ver durante el día en cubierta. En la noche salía de su
escondrijo para beber y recolectar algún alimento que lo mantuviera en pie.
¡Uno más! Fermín con su navaja
gravaba cada noche sobre la madera del barco los días de navegación. Cada raya
un día. Las contó, y hasta el momento llevaba sesenta y cuatro rayuelas. Dos
meses y unos días - -¿Cuántas marcas tendré que hacer para llegar, puede ser que
no me alcance la madera del barco, o que mi navaja pierda el filo?-- Eran los
pensamientos que se hacía Fermín. Pero
sabía que cada trazo significaba que su destino estaba algo más cerca.
El joven Fermín remontaba el
mar con rumbo incierto, al menos para él. En muchas noches, cuando se echaba
sobre las amarras de la bodega para dormir, pensaba que posiblemente él sería
el próximo en bajarse antes de llegar. Su salud se puede ver doblegada.
Resistir estaba en sus cálculos si su tierno cuerpo se lo permite, y si su
suerte le sigue acompañando. Si por algún descuido es descubierto robando
comida, su ventura puede cambiar. ¡Las consecuencias no se las podía imaginar!
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