“EL CANTANTE”
PUBLICACIÓN:(Sesenta y
tres)
¿Qué secretos esconde un
espectáculo teatral? ¡Cuánto dejó de disfrutar hasta el momento! Es que Juan
Benito vivía expresamente para pulir su voz y para cantar en la iglesia. En
este momento descubrió el hechizo que encierra el simple hecho de contemplar
una representación escénica. Pensó que no debía ocupar su tiempo en lamentarse
por lo que había dejado de hacer, ahora disfrutaba como un niño con juguete
nuevo. Y sabía que sus ojos no lo engañaban. Las imágenes producían una
transformación en él.
En el programa se especificaba
que Yma Sumac cada día representaría una ópera diferente durante tres noches
seguidas. En la última se despediría de su público para siempre. Era una
decisión personal de la cantante. Esto lo supo Juan cuando se sentó en la
butaca del teatro y leyó el programa antes de comenzar la representación.
Posiblemente no le quiso dar una importancia mayor porque en unos minutos se
abriría el telón; pero ahora que el final estaba cerca, Juan tembló.
¿Cómo puede dejar el escenario
con una carrera tan exitosa? ¡La más grande, una cantante que su registro
alcanza las cinco octavas! ¡La mayoría de las partituras compuestas hasta el
momento no llegaban a su nivel! ¡Los compositores no estaban dispuestos a
componer para ella, por la complejidad de su voz! ¡Era la única que lograba
hacer la triple coloratura en una escala por encima de su registro, haciendo
una reproducción insuperable del trinar de los pájaros!
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